martes, 12 de octubre de 2010

JUAN SIN MIEDO -Miguelito, nada más un poquito-




Hola tod@s!

De nuevo contándoles tarugadas, miedos y confesiones de una persona que me cae re bien a pesar de sus joterías. Yo, hoy les dejo un breve comentario sobre una de las situaciones periféricas a padecer diabetes, los ojos. Bueno ni tan periféricas, resulta que pasé todo el fin de semana encerrado con migraña, en mi caso algún nervio queda oprimido, puedo salvarla y tomarme un relajante muscular y asunto arreglado, pero ya que siente inflamado el ojo y se me empieza a poner rojo y se me nubla la vista, ya valió madre, no puedo leer, tengo que ver mi lap, bb yla tele con la luz lo más tenue posible, y no es otra cosa más que tener paciencia, empastillarse para lo necesario y hacer ejercicios para contrarrestar el estrés. En mi caso empecé clases nuevas de yoga, de lo que busco mejorar mi circulación, tonificar, sanar las lesiones que me causa el gimnasio y básicamente encontrar mi eje. 

Asginaturas pendientes.

Necesito hacerme análisis para ver cómo ando en general de la glucosa, pero neta he sido víctima del miedo y la decidia, a tener que hacer nuevos ajustes a mi vida, apenas estoy logrando entenderme, quererme tal cual soy y siempre buscar más y más, para de pronto tener que cambiar de dieta, de rutina de ejercicio, cambiar dosis, horarios y niveles de insulina. Eso me aterra, la diabetes ya ha deformado mi vida lo suficiente, llevamos diez años juntos, era para que la muy cabrona ya se sintiera una huésped bien atendida, cuidada y se quedara en donde tiene que estar, pero tantos dolores, cansancio no son de a gratis. 

Por eso les recomiendo ampliamente comer bien, sobre todo respetar las cantidades y horarios, hacer ejercicio todos los días, aunque sea caminar media hora, nadie está excento de padecer esta condición y de viva voz les digo que con todo y que me ha orillado a una vida más sana, no tiene nada de bueno, requiere mucha paciencia, lana para tratarla, y una capa muy grande, muy fuerte de amor y cariño de quienes te rodean para que le ganes la batalla, en otras palabras conocerla, darle la bienvenida y cuidarla cada minuto, incluso dormido.

Gracias por su atención, procuren luz, paz y low carbs.

M

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